Caja de madera con forma de libro con la reproducción de una acuarela de un paisaje tras una puerta semi-abierta y la frase grabada: 'Mi puerta te está siempre abierta'. En el anverso del libro: 'Que ninguno, jamás, después de haber visto tus ojos, se aleje de ti, sin encontrar misericordia'.
Su interior contiene el paisaje completo y la oración de San Francisco de Asís:
'Si algún día tienes un disgusto, si estás en la miseria,
no olvides que yo estoy siempre aquí,
mi puerta te está completamente abierta,
de día y de noche,
puedes venir siempre y haré todo lo posible por socorrerte.
Mi puerta te está siempre abierta,
hermano mío, por el que Cristo murió'.